Los desinfectantes son sustancias empleadas para destruir los microorganismos o inhibir su desarrollo, ejerciendo su acción sobre una superficie inerte u objeto inanimado, por otro lado, los antisépticos son sustancias que se aplican sobre tejidos con vida, con el objeto de eliminar o impedir el desarrollo de los microorganismos. Una diferencia importante entre antisépticos y desinfectantes es que los primeros son menos potentes.

Dentro de la gran gama de químicas existentes para fabricar desinfectantes y antisépticos, podemos encontrar los productos a base de fenoles y sus derivados, como los alquilfenoles (cresoles, xilenol, timol), los fenoles clorados (clorofenol, cloroxinelol, bifenoles (triclosan, hexaclorofeno), nitrofenoles, polifenoles, etc.

En 2013, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), comenzó a cuestionar a los fabricantes de productos de limpieza sobre el uso en sus formulaciones de sustancias químicas nocivas para la salud, tales como el triclosán, presente regularmente en jabones líquidos y el triclorocarbán, presente en jabones de barra. Investigadores de esta dependencia aseguran que la exposición a largo plazo a estos dos compuestos, podrían interferir con los niveles de hormonas y generar resistencia bacteriana.

Desde que esta publicación se dio a conocer, los fabricantes han ido eliminando de manera gradual el uso de estos compuestos.

Una alternativa más segura para sustituir estos dos productos es el Cloroxilenol, el cual es un derivado fenólico cuya actividad antiséptica se explica por la inactivación enzimática y la ruptura de la pared bacteriana. Es conocido también como paraclorometaxilenol (PCMX). Tiene muy buena actividad sobre organismos gram positivos y buena sobre organismos gram negativos, micobacterias y algunos virus.

El cloroxilenol es un producto seguro, de alta eficiencia, amplio aspecto y de baja toxicidad.

Se formula en concentraciones del 0.3 al 3.75%. Pese a que el compuesto se absorbe por la piel se tolera bien y no es común la reacción alérgica. Actualmente se encuentra disponible en preparados tanto como desinfectante o como antiséptico cutáneo.

Las principales aplicaciones son para fabricación de jabones antibacteriales, antisépticos domésticos, jabones quirúrgicos y productos para limpieza de instrumentos quirúrgicos.
En DVA estamos para apoyarte y brindarte soporte técnico para recomendarte la mejor dosificación para la aplicación que desees desarrollar.

Referencias:
FDA Consumer Antiseptics Rule: FDA Request for Data on Safety and Efficacy of Chloroxylenol. Antimicrobials Exponent 2014 (https://www.aciscience.org/docs/FDA_Request_for_Data_on_Chloroxylenol.pdf)