Pruebas realizadas para determinar la seguridad de los productos cosméticos
La adecuada selección de las materias primas para la industria cosmética, es fundamental para la calidad de los productos, pero esto no es suficiente, también se requiere seguir rigurosos procesos de procesamiento y fabricación para cumplir con la normativa vigente que regula el sector cosmético.
En la actualidad se estima que se emplean más de tres mil ingredientes de origen natural y sintético para la fabricación de productos cosméticos, y para determinar su nivel de seguridad, es necesario realizar ensayos que permitan medir qué tan seguros son los componentes de manera individual. Para que nuestros visitantes conozcan más al respecto, dedicaremos esta publicación en nuestro blog a hablar del tema.
Para comenzar, conviene mencionar que en realidad no existen ensayos obligatorios para medir la seguridad de los ingredientes cosméticos. Sin embargo, es altamente recomendable aplicarlos para ofrecer productos de calidad a los consumidores, productos que no pongan en riesgo su salud, y que por tanto, no comprometan el prestigio de la empresa fabricante.
El primer paso para tener una garantía de que las materias primas empleadas son de calidad, y de uso seguro es recurrir a los servicios de proveedores de materias primas para la industria cosmética confiables, pero aún en estos casos conviene llevar a cabo pruebas que además de determinar la seguridad de los productos, permitan definir qué tan funcionales resultan para la formulación deseada.
Cabe mencionar que contrario a lo que se piensa comúnmente, incluso los ingredientes naturales pueden causar efectos adversos al emplearse, ya sea por una reacción alérgica o por el nivel de toxicidad que presentan ciertas sustancias que contienen.
Aunque por lo regular los efectos adversos se limitan a reacciones alérgicas como irritación en piel y ojos y desaparecen cuando se suspende el uso del producto, hay algunas reacciones que se origina por la exposición prolongada a ciertos ingredientes, razón por la que además de hacer pruebas previas para determinar la seguridad de los productos, se debe advertir al consumidor acerca de los posibles riesgos que implica su uso y las medidas recomendadas ante cualquier tipo de reacción adversa por el uso del producto.
Los ensayos de seguridad básicos a los que se recomienda someter los productos cosméticos incluyen los microbiológicos, los de contaminantes químicos, los de eficacia de conservantes, los de estabilidad del producto y los de seguridad. Como ya mencionamos, por lo regular no se realizan pruebas individuales para los ingredientes de los cosméticos pues no son obligatorias, pero sí es necesario aplicar estos ensayos a los productos cosméticos acabados.
En los ensayos microbiológicos lo que se pretende es identificar la presencia de contaminantes que puedan resultar nocivos, como bacterias y hongos, los ensayos de este tipo tienen como finalidad verificar la calidad de la materia prima empleada en la fabricación del producto, pero no solo eso, sino también la esterilidad del proceso, que como ya mencionamos, es determinante para la calidad y seguridad de los productos.
Los resultados de los ensayos microbiológicos deben corresponder con los parámetros establecidos tanto por el fabricante como con las normas aplicables y ser altamente rigurosos.
Los ensayos realizados para identificar contaminantes químicos en los productos cosméticos buscan la presencia de plomo, mercurio, arsénico y dioxano, los que resultan altamente tóxicos para los humanos. Este tipo de ensayos se llevan a cabo en productos acabados antes del proceso de envasado y consisten en aplicar análisis químicos, como la cromatografía líquida de alta eficacia y la espectrografía.
En aquellos casos en que se detecte contaminación química, lo más recomendable es realizar ensayos en las materias primas empleadas y en su caso, cambiar de proveedores de materias primas.
Por otra parte se aplican pruebas para determinar la eficacia de los aditivos que cumplen la función de conservantes, estos se añaden a las formulaciones cosméticas para evitar que después de la producción crezcan contaminantes microbiológicos.
Los ensayos que se llevan a cabo, consisten en inyectar distintos tipos de bacterias a las muestras para evaluar durante un periodo de tiempo determinado, el nivel de contaminación que alcanzan los cosméticos.
En caso de que se presenten cultivos contaminantes se indica la reformulación del producto, otros ensayos realizados sobre los productos de la industria cosmética son los de estabilidad, con ellos se hace una evaluación de los cambios que se presentan en sus características que podrían suponer impactos negativos en el consumidor, como pueden ser alteraciones de textura, color y olor.
Esta clase de pruebas se pueden realizar en tiempo real o recurrir a un proceso más acelerado que consiste en someter a los productos a elevadas temperaturas en poco tiempo.
Finalmente encontramos los ensayos de seguridad del producto, las pruebas que se realizan en este punto son las últimas que se aplican y consisten en medir factores como la tendencia del producto a irritar la piel y los ojos, así como su sensibilización dérmica, que es la tendencia que presenta a generar inflamaciones, erupciones en la piel y otras reacciones adversas.
Con estos ensayos se determina el nivel de seguridad de uso del consumidor, siendo esta una de las principales preocupaciones tanto de los fabricantes como de los compradores, en este punto cabe mencionar que la información referente a las posibles reacciones adversas que se presenten con el uso de los productos debe contenerse en la etiqueta del producto o instructivo de uso.
En algunos casos se realizan ensayos adicionales para cumplir con los requerimientos específicos de cada producto en cuestión de calidad o rendimiento, ello para garantizar que son seguros y funcionales.
Los resultados obtenidos de todos los ensayos deben cumplir los estándares de fabricación y si bien, no existe como tal una homogeneidad internacional en normativa para la comercialización de productos cosméticos, en cada región existen requisitos que deben cumplirse, de los que hablaremos en futuras publicaciones en el blog de DVA.
Les recordamos que en DVA ofrecemos soluciones integrales y somos proveedores de materias primas para la industria cosmética. Si desean conocer las características de la más alta calidad que ponemos a su alcance pueden consultar nuestro catálogo en línea, o bien, contactarnos para solicitar información detallada o asesoría en la elección de los que se adapten mejor a las necesidades de su industria, en DVA con gusto los atenderemos.